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LOS VERDES DEL HIERRO

NI LANZADERA NI RADAR, EL HIERRO ES TIERRA DE PAZ (Y SEGUIRÁ SIÉNDOLO)

NI LANZADERA NI RADAR, EL HIERRO ES TIERRA DE PAZ (Y SEGUIRÁ SIÉNDOLO) por summermute & jonhattan

Los habitantes de El Hierro, la Isla del Meridiano, muestran un especial aprecio por la naturaleza y sus tradiciones culturales pues su situación geográfica y de "isla menor" les ha permito aprender de las nefastas experiencias del modelo de desarrollo que determinados intereses empresariales están imponiendo en las demás islas del Archipiélago.

Es un espacio privilegiado que no ha sufrido aún las degradantes consecuencias del desarrollismo económico, causa de degradación ambiental y social. Es de destacar que esta isla cuenta con un Programa de Desarrollo Sostenible desde 1995 y fue declarada por la UNESCO Reserva de la Bio el año 2000

El Hierro es la más pequeña de las islas canarias, mide 278 km2, de punta a punta no supera los 30 kilómetros; tiene unos 10.000 habitantes; en proporción a su tamaño es la isla del archipiélago que posee más superficie (el 58'1%) protegida (Leyes de Espacios Naturales y Patrimonio, Plan de Ordenación del Territorio o Zona de Especial Protección a las Aves). Una parte importante de su extensión es terreno comunal, propiedad del pueblo herreño, un pueblo solidario, sencillo, hospitalario, que se enorgullece de declararse una sociedad rural, apegada a la tierra, a las costumbres y las tradiciones, que ha optado por un desarrollo sostenible, basado en la agricultura, la ganadería y la pesca y más recientemente, y en menor escala, el turismo rural.. Actualmente se encuentra gravemente amenazada por la intención del Estado Español de colocar en el Pico de Malpaso un radar militar de gran alcance, que ya cuenta con proyecto y Decreto Ley a su favor. Extraño y bello paisaje que ve peligrar no sólo su ecosistema sino también su identidad, su patrimonio, su cultura, su vida... a manos de quienes amparados en falsas legitimidades hacen y deshacen a su antojo.

Esta pretensión del Estado Español se inicia 17 años atrás, en 1986 (el 12 de Marzo de este año Canarias vota rotundamente NO al fraudulento referéndum1 de incorporación a la OTAN orquestado por el PSOE) el Ministerio de Defensa planteó al Ayuntamiento de La Frontera la necesidad de instalar una Base de Seguimiento y Control Aéreo en el Pico de Malpaso, dentro del Parque Rural de Frontera y a la vez Espacio Natural Protegido, solicitando la cesión o venta del terreno afectado, cifrado en aquel entonces en unos 70.000 m2 (un buen trozo considerando las dimensiones de la isla, 278 km2). El proyecto suscitó el rechazo en pleno de toda la sociedad canaria: colectivos sociales, fuerzas políticas, ayuntamientos, cabildos insulares y en definitiva, la población en peso.

Durante varios años, el silencio -que no el olvido- envolvió este proyecto militar hasta que en 1996 se volvió a sacar a la palestra. Ahora, además, se anunciaba la construcción de un Centro de Lazamiento AeroEspacial de satélites por parte del INTA(Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial). En ese momento la oposición crece y la Comisión Malpaso -iniciativa civil contra los proyectos militares en la isla- convoca el Barco de La Paz, que suponía una acción sin precedentes en la historia del archipiélago: un desplazamiento masivo de población por mar para asistir a una protesta. Así, el 17 de mayo de 1997 un barco en el que viajaron un@s 1000 herreños, fue hasta Tenerife para decir no en la isla capitalina, ante el parlamento, ante el gobierno, ante toda la sociedad. "Ni Lanzadera Ni Radar El Hierro Para La Paz". En Tenerife la Comisión para la Defensa del Hierro dio todo su apoyo. La manifestación fue masiva, participaron unas 20.000 personas.

Tras aquella inmensa demostración de pacifismo y antimilitarismo los grandes no pudieron más que aplazar sus intenciones, seguir al acecho y buscar el momento adecuado para continuar su batida, la lanzadera quedó en suspenso... hasta el 15 de febrero de 2002 (justo un año después la primera manifestación mundial contra la guerra global), día en que el Consejo de Ministros facilita el camino al Ministerio de Defensa para iniciar su proyecto aprobando el mentado Decreto Ley (Real Decreto 192/2002), pasándose por alto con absoluta prepotencia los acuerdos plenarios de los ayuntamientos, cabildo herreño, y parlamento canario. (Vuela la pregunta: ¿dónde está el autogobierno, la autonomía?)

En el nefasto decreto se declara una zona de 3.175 m2 de Malpaso (de 70.000 a 3.175 m2 rebajó la presión popular las pretensiones del ministerio), el acceso al mismo y el espacio aéreo comprendido sobre las instalaciones, como "de interés para la Defensa Nacional" para el asentamiento de la estación de vigilancia aérea número 23 del Ejército del Aire, confirmándose así la firme y tajante decisión del Estado de ubicar la instalación militar en la isla de El Hierro. El Centro de Lanzamiento AeroEspacial (Lanzadera) está diseñado para cohetes de hasta 120 toneladas (existe la intención de ser ampliado para artefactos de mayor tonelaje) y podrá utilizarse para el lanzamiento de misiles. Esta lanzadera contaría con cuatro emplazamientos que necesitarán de amplias zonas exclusivas y restringidas al paso y uso de la población, afectando a la tercera parte de la superficie de la isla.

A la última protesta civil realizada en el Hierro el pasado 30 de mayo, día de Canarias2, viajó en solidaridad gente de Tenerife, que volvió a casa no cargada de vino y queso, como se suele volver de El Hierro, sino con multas por manifestarse con consignas pacifistas.

La seguridad de Canarias no estará nunca en la OTAN, sino en las relaciones dialogantes y amistosas con los demás países, en el poder de la palabra para arreglarnos con los vecinos. La militarización del archipiélago(pues Malpaso no es el único plan) convierte a estas 7 erupciones volcánicas y sus habitantes en espías de los países de nuestro entorno y potenciales agresores. Lo cual implica que también nos convierten en objetivo militar de primer orden, dañando gravemente uno de los principales recursos económicos de las islas, el turismo, y poniendo la misma existencia de este archipiélago y sus gentes en grave amenaza.

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